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Cuál Es el Proceso Del Arrepentimiento

Cómo Podemos Liberarnos de la Esclavitud del Pecado

Cuál Es el Proceso Del Arrepentimiento

El arrepentimiento es un proceso que va de la justificación a la santificación, para alcanzar la Salvación, y lo veremos a continuación.

El proceso del arrepentimiento tiene cinco pasos que son:

*Reconocer que somos pecadores. El primero y muy importante paso es el de reconocer que somos pecadores y que queremos y necesitamos ayuda para salir de esa condición.

*El segundo paso es el de arrepentirnos y confesar nuestros pecados ante Dios. Es humillarnos ante Dios con un corazón verdaderamente arrepentido. En la verdadera humillación y arrepentimiento, está el reconocimiento y confesión de nuestros pecados, con un sentimiento de vergüenza y culpabilidad por haber ofendido a Dios.

*El tercer paso es pedir perdón por ellos de corazón. Clamar a Dios por el perdón, significa, no solamente que estamos arrepentidos, sino que anhelamos volver a establecer nuestra relación con Él.

*El cuarto paso es estar dispuestos a dejar de pecar; es volvernos de nuestros malos caminos dejando el pecado atrás, caminando hacia adelante pero siempre de la mano de nuestro Salvador y del Espíritu Santo en perfecta obediencia a los principios de Dios. Esto significa que reconocemos nuestra maldad y pecado y que estamos dispuestos a cambiar. Porque Dios no acepta una confesión de pecados sin un genuino arrepentimiento y una transformación del carácter.

*El quinto paso es buscar a Dios diariamente a través del estudio de su palabra, y la ferviente oración diaria. Todo esto produce una conversión real, una transformación del carácter al carácter de Cristo, y un paso definitivo hacia la eternidad. El arrepentimiento viene de Dios y solo cuando estamos dispuestos a seguirlo. Si el arrepentimiento se da con la firme disposición de dejar de pecar, Dios pone su poder en nosotros para lograrlo.

En el Salmo 34:18 dice lo siguiente: «Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu». ¿Cómo los salva? Porque la Salvación es un plan en conjunto entre Dios y cada uno de nosotros. Nosotros nos arrepentimos, confesamos nuestros pecados y nos disponemos a dejar de pecar; entonces Dios nos da su poder para lograrlo.

Y en Isaías 43:25 dice el Señor: «Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados». Pero lo mas importante del verdadero proceso de arrepentimiento, es el resultado que este produce en la persona.

Las Obras Demuestran el Arrepentimiento Genuino

Cuando alguien es tocado por Dios para arrepentirse genuinamente, comienza un proceso de transformación no solo del pensamiento sino de sus acciones porque recibe un nuevo corazón tierno y amoroso que se preocupa por agradar a Dios, y ayudar y servir al prójimo.

Esto es lo que el apóstol describe como las obras de la fe (Santiago 2:17), que no son para ser salvos, sino que son las buenas obras que vienen como el resultado de ser salvo; son el resultado de una conversión sincera de un hombre carnal, arrogante y egoísta, a un hombre con un corazón nuevo conforme al corazón de Dios, que se deleita en el servir y ayudar a sus hermanos, honrando y glorificando a Dios con sus actos.

Estas personas muestran un cambio evidente en sus conductas, porque ahora aborrecen las acciones pecaminosas que antes solían hacer, y aman cosas que jamás hubieran siquiera imaginado, porque tienen una nueva naturaleza y la simiente divina ha entrado a ser parte interna de ellas.

Si la persona después de haberse arrepentido y confesado su pecado, no muestra una evidencia de transformación en su vida, es porque no hubo un arrepentimiento genuino, la Gracia de Dios no lo ha tocado y por lo tanto está aun perdido. Por eso Cristo dijo: «Por sus frutos los conoceréis. Todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos, porque no puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos», Mateo 7:17-20.

Si no hay un arrepentimiento genuino no hay conversión, y si no hay conversión, no puede haber un buen fruto, porque el buen fruto es el resultado de la obra del Espíritu Santo en quienes han aceptado a Cristo como su Salvador y reconocen su autoridad sobre ellos al someter su Voluntad a Dios.

Eso es lo que Cristo llamó como nacer de nuevo, es decir, nacer del Espíritu, porque lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es (Juan 3:5-6). Todos hemos nacido de la carne por el placer y unión de nuestros padres, pero para entrar al cielo necesitamos una naturaleza nueva, una naturaleza espiritual que es la que nos reconcilia con Dios después del pecado.

Y esa nueva naturaleza solo la obtenemos al llevar a cabo el proceso del arrepentimiento tal como lo hemos descrito arriba, y es ahí cuando recibimos la simiente de Dios para convertirnos en hijos de Dios, comenzando el proceso de santificación para poder entrar al cielo. Porque recordemos que la Biblia es muy clara al expresar que sin santidad nadie verá a Dios (Hebreos 12:14), y si la Biblia lo dice es porque así será.

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Esta entrada fue publicada en marzo 19, 2022 por en Vida Eterna y etiquetada con , .
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