Cómo Liberarnos de la Esclavitud del Pecado

Cómo Liberarnos de la Esclavitud del Pecado

Si queremos ser salvos ¿Cómo podemos liberarnos de la esclavitud del pecado? Es una buena pregunta que responderemos de acuerdo a la Biblia.

Desde la desobediencia de Adán y Eva, hemos sido esclavos del pecado, dado que gracias a su rebelión, la humanidad perdió esa esencia divina que lo mantenía unido a Dios, libre de maldad y de pecado, y también libre del poder de satanás, el rey de la perversión.

Pero al ceder a la propuesta del diablo de desobedecer a los designios de Dios, el hombre muere espiritualmente y ya no puede por si mismo vencer las tentaciones, las debilidades carnales y la maldad, porque de ser parte de Dios, puro y perfecto, se convirtió en un esclavo del pecado y de satanás.

La Biblia dice que el enemigo solo viene a robar, matar y destruir (Juan 10:10), pero también dice que «Cristo vino a deshacer las obras del diablo», (1 Juan 3:8).

Cómo Podemos Liberarnos de la Esclavitud del Pecado

Entonces ya sabemos que todos somos esclavos del pecado y que Cristo puede liberarnos, porque El vino a poner orden y restaurar lo que el hombre había perdido por la transgresión.

En Juan 8:34-36 dice el Señor: «De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que comete pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres».

Estos versículos son muy dicientes porque Jesús ahí aclara que el que peca es esclavo, y el esclavo no se queda en la casa para siempre. ¿Y quién es el esclavo? Alguien que no pertenece a la familia y por lo tanto solo permanece en la casa hasta que su amo lo decida; el esclavo puede ser desechado en cualquier momento pero el hijo sí se queda porque es parte de la familia, y tiene todo el derecho a la herencia, y a todos los beneficios del padre, por ser hijo.

Y luego dice que si Cristo libertara a ese esclavo, lo va a hacer libre; y al hacerlo libre, lo convierte en hijo, para poder recibir la herencia pero del Padre celestial, es decir, para recibir la herencia de la eternidad. Eso es maravilloso.

La Clave para Liberarnos de la Esclavitud del Pecado

Dios quiere hacer su Voluntad en nosotros, y quiere liberarnos de la esclavitud del pecado en el cual todos vivimos, pero no puede hacerlo a menos que entreguemos por completo nuestra vida a Él. Y para hacerlo tenemos que hacer uso de nuestro poder de elección dado por Dios a nosotros.

Tenemos que decidir hacer la Voluntad de Dios y pedirle que nos ayude en eso. Decirle por ejemplo: «Señor quiero hacer tu Voluntad pero no puedo, ayúdame en eso por favor. Quiero unir mi voluntad a la tuya para poder hacer lo que te agrada», e inmediatamente Dios nos capacitará, a través del Espíritu Santo para poder lograrlo.

Solo cuando el Espíritu Santo comienza a hacer la obra en nosotros, es que podemos ver con toda claridad la verdadera magnitud y perversidad del pecado, y cuán grande daño nos hace al esclavizarnos, y al separarnos de Dios. Es ahí cuando en verdad anhelamos un cambio radical en nuestra vida, y buscamos con ansias la paz y el perdón de Dios. Y es ahí también cuando el Salvador aparece para ayudarnos.

Es Cristo el que a este punto nos tiende la mano y nos dice: «Aunque vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque fueren como el carmesí, vendrán a ser como la blanca lana», Isaías 1:18.

Pero lo maravilloso de todo es que no solamente nos perdona, sino que nos libera de la esclavitud del pecado, porque ese poder que satanás tenía sobre nosotros para hacernos pecar se desvanece y en cambio, es el poder del Espíritu Santo el que nos gobierna ahora, y gracias a ese poder es que podemos ser libres del pecado.

Esa es la manera como Cristo nos libera de ese yugo de esclavitud en el cual vivíamos siempre, para adoptarnos como suyos para la gloria y la honra de su nombre. Qué maravillosa promesa de Dios para nosotros.

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