Por qué seguir a Jesus. com

Un sitio para reencontrarte con Dios

Por Qué No Hay Genuino Arrepentimiento

arrepentimientos (1)

¿Por qué no hay Genuino Arrepentimiento? Al desechar a Dios es difícil aceptar la magnitud de las faltas. Pero veamos lo que dice la Biblia.

En un mundo donde se ha desechado a Dios, satanás ha podido, amplia y generosamente entorpecer la mente de la gente para minimizar el pecado y hacerlo ver como algo normal. El pecado se convierte entonces en parte de la cotidianidad, debilitando la percepción moral del hombre e impidiéndole discernir sensatamente entre lo que es bueno y lo que no le agrada a Dios.

Pero si de pronto su consciencia lo hace sentir culpable por algún pecado, su confesión no suele ser sincera, pues dado que ha cedido con frecuencia a este, el embotamiento de su mente y la dureza de su corazón, le impiden reconocer genuinamente la magnitud de su falta. Y al confesar su pecado, suele también justificarlo atribuyéndole la culpa a circunstancias ajenas, para de esa manera minimizar la suya. Esto no es arrepentimiento, ni tampoco es aceptado por Dios. Pero eso ha sucedido desde el principio de los tiempos.

Cuando Adán y Eva pecaron, se sintieron avergonzados y culpables, pero no tanto por lo que hicieron sino mas bien por las consecuencias que su acto les traería. Y cuando Dios le pregunto a Adán: «¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí», Génesis 3:12.

En esta respuesta vemos como Adán no se arrepiente, ni tampoco reconoce ante Dios su pecado, sino que implícitamente se justifica, echándole la culpa a la mujer, pero no solo eso. En el fondo también le está echando la culpa a Dios, porque dice: «La mujer que me diste».

Es como si estuviera diciendo, no es mi culpa, es de ella y de ti que me la diste. Y cuando Dios le pregunta a Eva: ¿Qué es lo que has hecho? Ella responde: «La serpiente me engañó, y comí», Génesis 3:13. Eva tampoco está reconociendo su pecado, sino echándole la culpa a la serpiente, que la engañó.

Pero si analizamos bien la situación, tanto Adán como Eva, conocían las consecuencias de este acto, y sin embargo desobedecieron. Eva no obligó a Adán, él era libre de decir que no. Y Eva también habría podido negarse a comer del fruto prohibido, pero no lo hizo. Ella simplemente se dejó llevar, y prefirió creerle mas a la serpiente que a Dios.

Cuando el arrepentimiento y la confesión son de esa manera no son genuinos, porque no reconocen la verdadera magnitud de la falta ni demuestran un arrepentimiento sincero, ni una decidida intensión de no volverla a cometer.

Es un arrepentimiento frívolo que no viene del corazón, que no tiene la marca del Espíritu Santo, y por lo tanto no es aceptado por Dios. Porque es «el Espíritu Santo el que nos convence de pecado de justicia y de juicio», Juan 16:8.

Por Qué No Hay Genuino Arrepentimiento

¿Pero por qué no hay un genuino arrepentimiento? Cristo lo dijo muy claramente en Juan 3:19 al expresar lo siguiente: «Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas».

Es exactamente eso lo que pasa en el mundo cristiano de hoy. No quieren arrepentirse genuinamente porque no quieren dejar el mundo, requisito necesario para ser salvos, y por eso están condenados sin darse cuenta.

Aman mas las tinieblas del mundo que la luz, de Cristo; y como no están dispuestos a renunciar a los placeres que les produce el mundo, dicen que ya Cristo hizo todo por nosotros; que es imposible dejar de pecar y que por esa misma razón es imposible vivir en santidad.

Pero que de todas maneras Cristo los perdonará y vendrá por ellos no sin antes transformarlos de manera instantánea, como el hada madrina de la ficción, convirtiédolos en santos. Esa es una de las grandes mentiras que satanás ha logrado sembrar en las mentes de aquellos que no quieren renunciar al mundo.

Y esto es triste para Cristo porque a pesar de su sacrificio, la gran mayoría se perderán, pero es lamentable para ellos, porque están ciegos y cuando se den cuenta y quieran remediar su error, será demasiado tarde.

Estamos ahora en el tiempo de la Gracia, es decir, en el tiempo de arrepentirnos, y tenemos aun la oportunidad de enmendar los errores para ser perdonados; pero cuando la puerta de la Gracia se cierre, así como le sucedió a los antidiluvianos, ya no habrá arrepentimiento que valga y como aquellos, estos también estarán perdidos.

Si este artículo te parece interesante, compártelo. Es esa la forma en que podemos llevar la Palabra de Dios a toda criatura

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Información

Esta entrada fue publicada en febrero 22, 2022 por en Vida Eterna y etiquetada con , .
Por qué seguir a Jesus. com

Un sitio para reencontrarte con Dios

Lumbrera

Cristianismo y otros temas de interés

Piensa en Dios

Blog para jóvenes cristianos

Blog para jóvenes cristianos

Un lugar para reflexionar juntos....

SOLTAR LA PALABRA

Mensajes predicados por Juan Manuel Montané