Tanto cristianos como no cristianos sabemos que el fin está cerca. ¿Pero qué dice la Biblia al respecto? Lo veremos a continuación.
El fin de este planeta como lo conocemos está muy cerca porque todos los eventos que están sucediendo lo anuncian. Son las señales antes del fin profetizadas por el mismo Señor Jesucristo en Mateo 24. Es por eso que a todo lo largo de la Biblia, el Señor nos advierte y amonesta, para que nos volvamos definitivamente a Él, para perdonarnos y vivir de acuerdo a Su Santa Voluntad.
En Isaías 55:6-7 dice lo siguiente: «Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar». Porque habrá un tiempo no muy lejano en el que ya no podremos encontrar a Dios y solo los que estemos dispuestos a reconocer a Cristo como nuestro Salvador y a seguirlo incondicionalmente seremos los que estaremos con Él, por toda la eternidad en el cielo.
Pero todos los descuidados, los que siguen perdiendo el tiempo en vanos deleites mundanos y entretenimientos vacíos; los que persisten en ser orgullosos y egoístas con los demás, porque sólo piensan en el gozo y en el placer propio; los que desoyen las advertencias de Dios plasmadas en su Palabra, y todos los que con sus actos rechazan la Gracia de Dios para ser salvos, se arrepentirán grandemente cuando venga el Señor y sean desechados sin ninguna esperanza de Salvación.
Porque es este el tiempo de la Gracia y del perdón. Es ahora el momento de la preparación para alcanzar los estándares que Dios exige para vivir en las mansiones celestiales. Es hoy que tenemos que trabajar duro de la mano del Señor para ser transformados por el Espíritu Santo, para que no nos pase lo que les pasó a las vírgenes fatuas, a las que Jesús les dijo: «No os conozco» (Mateo 25), y quedarnos tambien por fuera del mismo modo que ellas quedaron.
El Fin Está Cerca
El fin está cerca, mucho más cerca que cuando creímos y decidimos seguir a Cristo. Es por eso que nosotros que sabemos que el fin está cerca, que conocemos el tiempo en el que vivimos, debemos levantarnos del sueño en el que anda el mundo. Porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. ¿Cuál dia? El dia del Señor. El día en el que tendremos que enfrentarnos a Dios para rendir cuentas.
Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vistiéndonos del Señor Jesucristo, y dejando atrás los deseos de la carne», (Romanos 13:11-14). Pero esto no es tarea de un día sino de todos.
Debemos estar firmes en el propósito que Dios tiene para nosotros, y en el nuestro de permanecer firmes en Cristo. Este es un trabajo constante y consistente que requiere tiempo, perseverancia, paciencia y sacrificio, sin dejarnos desviar por el enemigo que anda poniéndonos trabas para conseguir sus mezquinos propósitos. Porque cuando Jesús venga no aceptará a ninguno que tenga la más mínima mancha o arruga, mientras que a los fieles redimidos que estuvieron dispuestos a prepararse para el gran encuentro con el Salvador, les dará una corona de gloria inmortal.
¿De qué lado querrás estar tu? Seamos perseverantes «porque si tenemos tan grandes promesas de Dios limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios», (1 Corintios 7:1), porque recordemos que «sin santidad nadie verá a Dios», (Hebreos 12:14).
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