El Amor Fraternal

El Amor Fraternal

El amor fraternal es ser tolerantes y pacientes con todos, amando a nuestros enemigos, porque Cristo lo dijo. Veremos lo que dice Biblia.

El amor fraternal, la solidaridad y la misericordia son la mejor muestra de los nacidos de nuevo. Es el fruto del Espíritu que puede dar testimonio de la nueva naturaleza del creyente. Sin estos frutos no hay conversión, el Espíritu Santo no está en ellos y por lo tanto, tampoco tienen Salvación.

Por eso el apóstol nos dice en 1 Pedro 3:8-9 lo siguiente: «Sean todos de un mismo sentir, compasivos, amándose fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que han sido llamados para que hereden la bendición». Es un deber de todo cristiano ser misericordioso, compasivo, solidario y tolerante con el hermano porque esa es la Voluntad de Dios, y es lo que Cristo nos enseñó.

Sin embargo, nadie puede serlo si no siente en su corazón hacerlo, y no lo siente porque precisamente el amor de Cristo no está en su interior; porque cuando el amor de Cristo es parte de nosotros, puede moldear nuestro carácter y nos hace amar lo que antes no amábamos, y hacer el bien de corazón aun a nuestros enemigos o a quienes nos rechazan.

El Amor Fraternal

Es cierto que el mismo Señor Jesucristo dijo en Mateo 24 que por haberse multiplicado la maldad, el amor de los hombres se enfriaría (Mateo 24:12), y es cierto que ya eso sucede. Pero lo que pasa en el mundo no tiene que pasar con nosotros, porque debemos recordar que si somos de Cristo ya no somos del mundo.

Eso también lo dijo el Señor (Juan 17:16), y puesto que no somos del mundo, y ya somos nuevas criaturas nacidas en el espíritu, tenemos que hacer la diferencia. Ahora el amor debe ser lo que nos rija, y no se trata de pensar si lo quiero hacer o no. Se trata de que lo tengo que hacer porque es mi deber hacerlo, pero lo hago, no como una carga pesada, sino como algo realmente sincero que me nace del corazón.

Pero eso se da cuando empezamos a comprender que nuestro hermano, con todos sus defectos de carácter, necesita también del amor y del perdón de Dios, porque Cristo también dio su vida por él. Y nosotros que ya lo hemos recibido de Cristo, estamos llamados a ayudar al hermano a encontrar esa paz y ese amor que solo Cristo puede dar.

El Amor Fraternal viene de Dios

El amor fraternal y el deseo de servir son la evidencia de aquellos corazones donde Cristo reina «porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios, pero el que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor», 1 Juan 4:7-8.

Esa es la triste realidad que vivimos hoy, que aunque mas de la mitad de la población mundial dicen ser seguidores de Cristo, el mundo esté como está, y es porque de ese gran número, son tan pocos los que en verdad han nacido de nuevo y tienen una relación íntima con Cristo.

Porque es Cristo el que cambia; es Cristo el que puede moldear nuestros corazones y limpiarlos de toda maldad. Y es también Cristo el que pone en nosotros ese amor incondicional para dar y servir al prójimo, sin esperar nada a cambio, algo que es absurdo y no comprendido por el mundo.

Debemos amar al hermano, como Cristo nos ha amado también a nosotros. Él dijo: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado», Juan 15:12. De tal manera que mas que una opción, el amor fraternal es una obligacion.

Y para cerrar quiero compartir las palabras del evangelista Dwight Moody quien dijo lo siguiente al respecto: «Un médico puede ser bueno sin amar a sus pacientes; un abogado puede ser bueno sin amar a sus clientes; sin embargo un cristiano jamás será un verdadero cristiano, sin amar a los demás». ¿Interesante verdad?

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