Cómo desarrollar nuestro potencial

Cómo desarrollar nuestro potencial

Para desarrollar nuestro potencial hay que volver al plan inicial de Dios al crearnos, perdido por el pecado, el cual podemos recuperar a través de Jesucristo.

Mientras que el mundo suele centrarse en nuestras falencias, Dios puede ver más allá de nuestros errores y fallas, para desarrollar nuestro potencial, porque somos su creación y como tal Él sabe de lo que ya nos ha dotado. 

Todos tenemos un potencial dado por Dios, como herramienta principal para enfrentar la vida. Son todos esos talentos que poseemos y cuya responsabilidad nuestra es la de desarrollarlos y ponerlos tanto al servicio propio, como al de la humanidad. Como seres imperfectos tenemos virtudes y defectos, pero nuestro deber es desarrollar al máximo nuestras virtudes y así mismo tratar de superar nuestros defectos lo más posible, pues en eso consiste la sabiduría y el perfecto equilibrio para vivir mejor.

Sin embargo, en el principio de los tiempos todo era diferente. Fuimos creados perfectos, en un mundo perfecto, pues éramos de algún modo la prolongación del Creador. Nuestra conexión con Dios era perfecta y reflejábamos la gloria de Dios, en bondad, justicia, creatividad y excelencia, y por encima del hombre solo estaba  Dios.

En Génesis 1:26-28 dice: “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.

Lo interesante de todo esto es que la Biblia jamás narra que Dios tuvo que enseñarle a Adán como alcanzar tales objetivos, porque simplemente dentro de su ser ya traía la semilla de Dios, como su hijo, y al existir una perfecta conexión con Dios, el hombre actuaba por revelación directa del Señor. Entonces todo lo hacía bien y sin tropiezos. Lo anterior indica que “TODOS” fuimos creados para triunfar inexcusablemente, porque en nuestro ser Dios nos dotó con sus propios atributos, mencionados arriba, y nos bendijo.

El pecado distorsionó nuestro potencial

Sin embargo, nuestro potencial se distorsiona gracias al pecado que trajo consigo la desobediencia pues perdimos desde entonces la conexión con Dios, y el hombre comenzó a actuar por su propio intelecto, sin dirección y por supuesto sin la guía divina que es la que nos garantiza el perfecto desarrollo de nuestro caminar por el mundo.

Es por eso que un elevadísimo porcentaje de la humanidad, no logra alcanzar el éxito y la prosperidad que Dios desea que tengamos, simplemente porque no alcanzan a descubrir cuál es su potencial y mucho menos a desarrollarlo. Los cementerios están llenos de personas que jamás desarrollaron su potencial y no porque les faltara, sino porque no supieron cómo encontrarlo.

Cómo descubrir nuestro potencial

Para redescubrir nuestro potencial perdido debemos retomar el plan divino para el cual fuimos creados. Mientras que la meta del enemigo es que jamás descubramos nuestro potencial, Dios por el contrario, quiere revelárnoslo, pero para eso tenemos que reconciliarnos con el Padre a través de Jesucristo.

Es indudable que el único camino para descubrir nuestro propósito en la vida y desarrollar nuestro potencial, viviendo la vida abundante que Jesús nos prometió, consiste en nacer de nuevo en el agua y el espíritu, como lo dice la Biblia en Juan 3:3,  y para eso debemos someter nuestra vida completamente a Dios. Pero además es el único camino a la Vida Eterna.

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Consta de 9 cortos capítulos que demuestran, cómo puede cambiar la vida de alguien cuando se atreve a creerle a Dios. Cómo con Dios podemos pasar de la total derrota, a la rotunda victoria. Ese fue mi caso. Espero que pueda ser de edificación y bendición para muchos, porque esa fue la intención al escribirlo. Bendiciones para todos.

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