Por qué dejar de pecar

Por qué dejar de pecar (Foto Devocional diario)

Dejar de pecar no es fácil, sin embargo, los resultados del pecado son funestos para la vida. Descubre cuáles son sus consecuencias.

El pecado es el producto de una marcada insatisfacción interior en el ser humano, quien busca llenar sus propias necesidades a costa de lo que sea y sin importar a quien tenga que dañar, dañándose al final a sí mismo, y todo esto por vivir alejados de Dios.

Veamos algunos de ellos:

La fornicación y el adulterio demuestran una insatisfacción en las relaciones íntimas al no poder mantener una relación placentera y estable con una sola persona y dentro del matrimonio. Pueden dañar a muchas personas con las que se relacionan y al final su vacío interno es cada vez mayor.

La mentira por ejemplo se produce para conseguir algún beneficio propio o para evitar confrontar las consecuencias de un acto inadecuado. Pero la mentira rompe de plano la confianza en las relaciones y las personas mentirosas suelen quedarse solas. La codicia es también algo que puede llevar a la persona a cometer muchos otros pecados como matar en muchos de los casos para alcanzar su objetivo y esto, solo por mencionar algunos.

Las consecuencias del pecado como vemos son funestas para todas las personas involucradas. El pecado es malo siempre, y daña tanto al prójimo como a sí mismo y además va en contra de Dios, porque Dios no tolera el pecado. En Proverbios 11:20 dice lo siguiente: “Abominación son a Jehová los perversos de corazón; Más los perfectos de camino le son agradables”.

Todos tenemos inherente la condición de pecar

Aunque todos sabemos que pecar es malo, somos pecadores por naturaleza, pues esa fue la herencia que nos dejó el pecado del primer hombre en el Paraíso, de tal manera que ^“si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”, dice en 1 Juan 1:8. Es verdad, la Biblia lo dice y Dios por supuesto lo sabe. Sin embargo, el que Dios lo sepa no justifica que lo hagamos, pues Dios nos demanda dejar de pecar.

Por qué dejar de pecar

Aunque dejar de pecar a veces no es fácil, debemos lograrlo, “porque la paga del pecado es muerte”, dice en Romanos 6:23. El pecado afecta de manera necesaria nuestra vida y nos aleja de Dios, dejándonos expuestos a las obras del diablo, pero lo más importante es que afecta también nuestra eternidad.

La Palabra lo dice muy claramente en Isaías 59:2, “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.  Y en Jeremías 5:25 dice: “Vuestros pecados apartaron de vosotros el bien”, y al apartarnos del bien nos apartamos de Dios por supuesto.

Dejar de pecar es conveniente para nosotros porque obtenemos la cobertura del Padre contra los ataques del diablo y porque gracias al sacrificio de Jesús y nuestro arrepentimiento sincero, nos reconciliamos con Dios recibiendo todos los beneficios que eso conlleva. Pero además porque al pecar estamos desconociendo los principios de Dios y apartándonos de sus mandamientos lo que hace que nuestras oraciones, sean abominables para Dios (Proverbios 28:9).

¿Es posible dejar de pecar? Sí, claro que lo es, pero como dijimos anteriormente, jamás sin la ayuda de Dios. Establece una relación íntima con Dios a través de la lectura de su Palabra y la constante oración, y verás cómo de la mano del Padre puedes dejar de pecar.

Además porque dejar de pecar no es opcional sino obligatorio, pues sin santificación no hay justificación, y sin justificación, es obvio que no hay salvación. Recordemos que sin santidad, nadie verá a Dios, dice en Hebreos 12:14.

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