Por qué Sabemos que Estamos en el Tiempo del Fin

Por qué sabemos que estamos en el tiempo del fin

Es claro que estamos en el tiempo del fin porque las profecías bíblicas lo anuncian, pero cuáles son? Veremos algunas de ellas a continuación.

Todo lo que estamos viviendo hoy, está descrito con lujo de detalles en varios libros de las Sagradas Escrituras, para advertirnos y ponernos sobre aviso de todo lo que sucedería y cómo sucedería en los tiempos del fin.

Por qué Sabemos que Estamos en el Tiempo del Fin

En Daniel 12:4 dice lo siguiente: “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”. Es bien interesante la última frase que dice que la ciencia se aumentaría y que muchos correrían de aquí para allá. Eso es algo que no podemos negar.

Si analizamos la historia de la humanidad podemos darnos cuenta que durante aproximadamente 60 siglos, la gente solo podía transportarse a caballo, mientras que en los últimos poco mas de 200 años tanto los medios de transporte como los de comunicación se han desarrollado a pasos agigantados, y hoy la gente no solo viaja con una gran facilidad, sino que puede comunicarse en cuestión de segundos con alguien que se encuentra al otro lado del planeta.

Pero este desarrollado conocimiento no hace referencia solamente a la ciencia y la tecnología, sino también al conocimiento de los libros proféticos de la Biblia que hoy se nos presentan de manera más comprensible.

Pero veamos ahora las palabras proféticas de Jesús en Mateo 24:6-8, “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”.

Al observar a nuestra sociedad actual podemos ver como las fuerzas políticas y naturales han logrado transformar al mundo moderno en un lugar peligroso para vivir. En los últimos cien años ha habido dos guerras mundiales y un sinnúmero de otros conflictos, además del acelerado aumento del terrorismo internacional.

Pero por otro lado hay que mencionar también el aumento de desastres naturales, entre los que se incluyen devastadores terremotos, huracanes, tsunamis, inundaciones, deslaves, tornados y devoradores incendios que aun destruyen comunidades enteras, dejando muerte y destrucción a su paso.

Ahora bien, en cuanto a la humanidad, el Señor también dijo en Mateo 24:12 que por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriaría. ¿Será verdad que es eso lo que vemos hoy?

Pablo también lo menciona en 2 Timoteo 3:1-4 al expresar lo siguiente: “En los postreros días vendrán tiempos peligrosos, porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”.

Es verdaderamente aterrador como los principios éticos, se han ido desmoronando aceleradamente en las últimas décadas para dar paso a una marcada descomposición social. Por años, cada generación rebaja las normas de una conducta aceptable dando como resultado que la siguiente generación actúa con normas morales más bajas que la anterior, y por desgracia parece no tener fin esa tendencia vergonzosa.

En los días de Noé el paulatino deterioro moral condujo al diluvio universal, y en la época de Lot la vida depravada de Sodoma y Gomorra, provocó su destrucción mediante el fuego. Pero dice la Palabra de Dios que así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste, Lucas 17:26-30.

Sin embargo, otra maravillosa señal que muy a pesar de todo lo anterior mencionado ya ha comenzado a cumplirse, es que el evangelio sería predicado a todo el mundo para testimonio a todas las naciones según las mismas palabras de Jesús en Mateo 24:14.

La aparentemente inalcanzable tarea de compartir el evangelio a los cuatro puntos cardinales del nuestro planeta se está volviendo una realidad a través de misioneros, libros, televisión e internet. Son los mismos medios masivos de comunicación, los que están haciendo posible tan magna labor.

Y para concluir, la Biblia también nos advierte que estas fuerzas opuestas del bien y del mal generarán una crisis mundial que traerá al planeta los más aterradores sucesos jamás vistos con anterioridad, como lo explica Jesús en Mateo 24:21.

¿Qué catástrofe desatará esa crisis final y cuando pasará?  ¿Será tal vez un acto devastador de terrorismo? ¿O quizás un colapso económico mundial, o de pronto un terremoto descomunal superior a todos los antes vistos? ¿Un asteroide impactando la tierra, algún ataque con productos químicos o una plaga biológica? ¿O peor aun una mezcla de todos?

Aunque la Biblia no revela con exactitud cuáles serán esos sucesos, sí nos enseña las dramáticas escenas que esta crisis desencadenará.

Pero todos estos eventos son señales que nos advierten que la Venida del Señor está cerca y no es para asustarnos sino para que nos preparemos y estemos listos para recibirlo irreprensibles y en santidad, cumpliendo sus mandamientos y en una estrecha relación con Dios, para que sus juicios no nos alcancen como pasó en los días de Lot y de Noé, porque bien dice su Palabra que sin santidad nadie verá a Dios.

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